Cuando buscamos regalos personalizados para una ocasión especial, solemos tener en cuenta varios detalles. Quizá el horóscopo, un nombre grabado, un símbolo, una forma… etc. Cada vez es más común toparnos con joyas que incluyen piedras de nacimiento; en este caso, se escoge el mes de nacimiento de la persona a quien le vamos a regalar la joya, buscando incluir la piedra correspondiente para poder entregar algo significativo. En este ejemplo únicamente se utiliza ese dato, un dato que puede ser simbólico pero que, personalmente, no aportamos nada único.
Existe otra manera más curiosa, única y menos conocida de hacer esto, encriptando cualquier mensaje que nosotros deseemos… ¿conoces el lenguaje de las joyas?
¿Qué es el lenguaje de las joyas?
El lenguaje de las joyas (también conocido como alfabeto acróstico) es una de las maneras más emotivas y bonitas de personalizar una joya. Este lenguaje utiliza la inicial de las piedras para formar un mensaje, ordenándolas en una hilera. Se ha visto a lo largo de los años en muchos modelos: pulseras, anillos, broches… Era una forma encriptada de llevar un mensaje importante contigo y que sólo podía interpretar quien sabía identificar las piedras. La sensación de intimidad y secreto, y el valor que aporta a la joya, me resulta muy emotivo. Existen muchos ejemplos a lo largo de la historia del uso de este lenguaje en joyas artesanales, pero uno de los que más me gustan son las pulseras que le regaló María Luisa a Napoleón, referencia que podemos encontrar en el libro de Clare Phillips, “Jewelry: From Antiquity to the Present” (enlace al libro de tapa blanda), ya que iba más allá de las palabras que, por moda, se usaban más en aquellos años, como veremos enseguida.



Este lenguaje tan peculiar en las joyas se lo debemos a Jean-Baptiste Mellerio, diseñador privado de joyas de María Antonieta y su corte. Desde entonces, las variaciones y diseños han seguido creciendo y perpetuándose como regalo idóneo para aquellas personas especiales.

Veamos más diseños del lenguaje acróstico con estos ejemplos. Una combinación bastante usada era la formación de la palabra “LOVE” con lapislázuli, ópalo, granate y esmeralda, como muestra la foto inferior. A la derecha podemos ver un colgante actual, y a la izquierda un colgante del período georgiano, aunque existen datos de que durante ésta época se pusieron más de moda los anillos acrósticos, quizá porque resultaban joyas más pequeñas y discretas.





Como veis, los ejemplos pueden ser eternos. Hay muchísimas joyas y diseños, muchos de ésta época, que siguen este lenguaje tan bonito y curioso desde hace cientos de años. ¿Y tú? ¿Conocías este uso de las piedras en joyería? ¿Has encargado alguna joya siguiendo el lenguaje acróstico? ¡Te leo en los comentarios!